viernes, 18 de abril de 2008

Educación Preescolar de calidad: Un medio para la Superación de la Pobreza

La educación parvularia hace una diferencia crítica a lo largo de la vida para los niños de nivel socioeconómico bajo. La pobreza en la niñez deja consecuencias para el desarrollo cognitivo y los posteriores logros educacionales.
Por Bárbara Miranda León*



Decir que de la educación depende que tengamos mayor igualdad, es una manera cómoda de resolver el problema, en ninguna parte del mundo ha sido así, y en Chile las desigualdades más bien están siendo reproducidas al interior del sistema educacional, y una de las razones fundamentales es precisamente la debilidad del sector de la educación preescolar.
Actualmente el 98% de los niños en Chile, están asistiendo a las escuelas básicas y el 93% de los jóvenes concurre a la enseñanza media. Pero la cobertura en educación preescolar llega a menos de la mitad, una de las tareas que el país tiene pendiente. Esta preocupación se materializó en el Informe Educación Preescolar: Estrategia Bicentenario, en el que se debaten las tendencias nacionales e internacionales en este nivel educativo, y se definen propuestas para los próximos años.
Investigaciones sobre el aprendizaje han demostrado que, si bien el cerebro es altamente adaptativo y maleable y la educación es un proceso que continúa durante toda la vida, existen momentos en que este se encuentra en mejores condiciones para aprender. Durante los primeros 5 ó 6 años de vida, el cerebro es una “ventana de oportunidades”, por lo que el entorno social y cultural, así como la adecuada estimulación en los dominios cognitivos y socioemocionales resultan de gran importancia.
La educación parvularia hace una diferencia crítica a lo largo de la vida para los niños de nivel socioeconómico bajo. La pobreza en la niñez deja consecuencias para el desarrollo cognitivo y los posteriores logros educacionales. La calidad de la experiencia preescolar perdura hasta la educación básica, y aun más allá. Por ello, y particularmente en los países con altas diferencias sociales y de ingresos, adquiere especial relevancia la educación temprana, para disminuir las desventajas iniciales de los niños o niñas provenientes de familias de escasos recursos.
Los beneficios de la Educación Parvularia también se extienden a las madres, en tanto facilitan su inserción al mercado laboral. Chile posee una baja tasa de inserción laboral femenina, por debajo de otros países de América Latina. Los índices son aún más bajos en el caso de mujeres de menor nivel socio económico, lo cual perjudica aún más a las familias que buscan salir del círculo de la pobreza.
La educación preescolar contribuye a incorporar a las madres en el mercado laboral y, así, a superar la pobreza. Durante la década del ’90, el porcentaje de hogares bajo la línea de pobreza se redujo desde un 38.6% a un 20.6%, y la tasa de participación laboral femenina ascendió de un 29.6% a un 35%.
A nivel social hoy se concibe a los niños y niñas como sujetos con necesidades específicas, cuyo cuidado y protección debe ser garantizado no solo por las familias, sino que por la sociedad en su conjunto, en particular desde el ámbito educativo. En este sentido, asegurar los derechos de los niños y el compromiso con el desarrollo humano constituyen factores que hacen incuestionable la necesidad de efectuar inversiones en la primera infancia.

1 comentario:

Taller Informática Educativa dijo...

Muy interesante tu blog. Cumple con lo solicitado.